miércoles, 24 de noviembre de 2010

Distintas modalidades de trabajo

La orientación vocacional es un proceso de interacción que facilita una compresión significativa del yo y el medio y da como resultado el establecimiento y/o esclarecimiento de las metas y los valores con miras a la conducta futura.

La formación del orientador

El orientador ocupacional trabajo fundamentalmente con jóvenes que se ven acuciados para tener que tomar decisiones inmediatas sobre su futuro. Si bien pueden pensar que su elección estará determinada por sus interese, motivaciones y aptitudes particulares, la práctica y la teoría del asesoramiento ponen de relieve la incidencia de los factores histórico- culturales, sociales, familiares y la historia de vida como estructurantes de las motivaciones aptitudes.

El psicólogo o psicopedagogo que elija trabajar en el área de la orientación ocupacional debe ser ante todo un profesional competente, además debe estar entrenado en la búsqueda de información y en adquirir conocimientos adicionales sobre una amplia esfera de problemas sociales, económicos, laborales, políticos, que lo capacitaran para planear e instrumentar programas no solo en el nivel individual sino también grupal, institucional y comunitario.

Orientación y prevención.

En la prevención primaria, algunos autores discriminan entre prevención inespecífica y especifica. Los programas de educación para la salud, que tienen como objetivo la difusión de información para posibilitar la resolución de situaciones problemáticas, se ubican en este nivel de prevención primaria inespecífica. Elegir es una acción que requiere un aprendizaje. El proceso de orientación es la oportunidad de “aprender a elegir, a decidir”.

Es importante destacar el rol que desempeñan los juicios y valoraciones hechas por los adultos en su constitución. Tanto el desarrollo del auto concepto como la evolución de las otras personas presuponen la capacidad para categorizar fenómenos y las categorías implicadas son de orden psicológico, sociocultural e histórico.

Las tareas de prevención secundaria tienen como objetivos el diagnostico precoz y el tratamiento oportuno. Al concretar las tareas relacionadas con la prevención primaria podemos encontrar personas que padecen algún trastorno mental y por lo tanto avanzamos a su “diagnostico precoz”.

La prevención terciaria es el último nivel y su objetivo es modificar los efectos de la enfermedad, la rehabilitación. Requieren este tipo de intervenciones, por ejemplo, los sujetos que deben realizar cambios laborales y o educativos posteriores a una enfermedad o accidente y no pueden continuar con sus actividades habituales.

Propuestas de trabajo en orientación ocupacional

· Planificación del proceso de orientación ocupacional: Todo plan tiene dos partes principales. Una donde se definen los objetivos y otra en la que se explican la metodología que será utilizada para lograrlos. Fijar metas en los procesos de orientación alivia la tensión y reduce la frustración causada por demandas antagónicas y confusas. Las diversas estrategias que se presentaran tienen como objetivo brindar ayuda en la adaptación de decisiones y en la transición del mundo laboral, posibilitar que los individuos puedan reflexionar sobre su futuro ocupacional.

Las estrategias planificadas cumplirán con los objetivos propuestos siempre que se hayan integrado en una concepción global del proceso de asesoramiento. La planificación del proceso de orientación ocupacional abarca distintas tareas:

* Articulación entre la demanda y la propuesta: Incluiremos aquí, fundamentalmente, la clarificación de las necesidades del consultante y la explicación por parte del orientador de sus funciones y metas. El orientador actúa como facilitador de la comunicación en la situación de interacción mutua. Nuestro foco de atención recaerá en la identificación de los procesos de pensamiento, sentimientos y acción con respecto a la problemática de la orientación ocupacional.

* Planificación operativa del proceso: El asesoramiento es más eficaz cuando está planificado y esto implica contemplar los márgenes de elasticidad y adaptación del plan. Las actividades programadas tendrán por finalidad desarrollar en el sujeto actitudes y conocimientos que no formaban parte del repertorio con el que contaba antes de la iniciación del proceso de orientación.

Las tres áreas de actividades que consideramos relevantes para la elaboración del plan de trabajo son:

1. Evaluación de variables psicológicas relevantes: La transferencia de información teórico- practica en términos simples en general alivia tensiones y colabora en los casos en que el rol del orientador está revestido de cierto halo mágico u ocupa, en la fantasía, el lugar del “oráculo”.

2. Búsqueda y o análisis de información pertinentes: El orientador debe contar con la mayor cantidad de información posible, analizarla desde el punto de vista de las técnicas de búsqueda, la accesibilidad y el nivel de análisis que implica y avaluar las modalidades con que los consultantes procesas y operan sobre la información. La tarea del orientador implica estimular el dialogo previo sobre la búsqueda de datos relevantes y luego favorecer la elaboración y postura personal frente a las información obtenida.

3. Reflexión sobre los condicionantes socioculturales: Los jóvenes eligen sobre la base de imágenes estereotipadas de las ocupaciones sin tomar indicadores que describen la declinación histórica de ciertos patrones estructurales típicos de las prácticas laborales y de los sistemas de formación.

* Devolución: Este concepto, desde el punto de vista técnico, implica la comunicación discriminada y dosificada de los resultados. En el ámbito de la orientación vocacional proponemos que sea gradual de todos los casos y que siempre se planifique una instancia de la devolución individual. La devolución de la información puede realizarse de forma oral, escrita o combinada. La decisión ocupacional es responsabilidad del sujeto y así es respetada durante la orientación; por esta razón, contemplamos un momentos de síntesis personalizada sobre el procesos que llevo adelante el consultante.

Momento de la consulta y edad: Discriminamos entre distintos momentos de la consulta según el tiempo del que dispone el consultante antes de la toma de decisión. En cuanto a la edad es importante tenerla en cuanta, por ejemplo en la elección de técnicas. Los baremos deben contemplar las edades de los consultantes.

Sexo: Si bien los adolescentes suelen otorgan cada vez menor importancia a las diferencias por genero, este incide de manera constante sobre las alternativas de elección.

Ámbito de acción: La clasificación a la tradicional (que los divide entre consultorio e institución) ya que existen determinadas instituciones en las que el orientador puede organizar su trabajo de modo similar a las de un consultorio particular. Lo importante no es el “lugar” sino las “condiciones” en las que se lleva a cabo el proceso.

Número de integrantes: Cuando el abordaje es individual, la orientación tomara en cuenta las oportunidades del consultante. En la tarea de la orientación es frecuente el trabajo en grupos de adolescentes. De hecho, si se presenta la posibilidad de formar un grupo, preferimos esta alternativa antes que el trabajo individual.

Inclusión de padres y docentes: En la orientación ocupacional con jóvenes, salvo excepciones no incluiremos a los padres durante el procesos, dado que consideramos adecuado para los primeros el hecho de que trabajen a solas con el orientador, o bien en relación con un grupo de pares.

La entrevista

Es una relación directa entre dos o más personas, que entrañan una vía de comunicación simbiótica, objetivos prefijados y conocidos, al menos por el entrevistador, así como una asignación de roles que significan (al menos idealmente) un control de la situación por parte de aquel.

Es ya clásica la diferenciación en tres tipos de entrevista diagnostica en la disciplina psicología: libre o abierta, semidirigida y dirigida, La primera se refiere a la modalidad en la que el entrevistador asume un rol no participante, dando al sujeto la consigna de que hable de los que desee, sin limitarlo en absoluto. La última, dirigida, se compone de preguntas preestablecidas a través de las cuales el entrevistador, en un rol francamente directivo, busca obtener determinada información de su interés, guiando al entrevistado. Consideramos la entrevista semidirigida, con sus muchas variaciones incluidas, como la opción más adecuada, dado que permite que el entrevistado se exprese libremente, y que el entrevistador lo oriente para que no se aleje del tema principal.

Momentos de la entrevista

a. Preentrevista: es el primer contacto con la persona que pide iniciar un proceso de orientación vocacional. Este contacto puede ser personal o telefónico, pero en todos los casos hay un rasgo común: la brevedad.

b. Apertura: Incluye dos elementos fundamentales:

· Establecimiento del encuadre: Las variables que deben ser mantenidas constantes y que forman parte del encuadre del proceso son: ámbito físico donde el proceso formal tendrá lugar, tiempo total aproximado, duración de cada encuentro, rol del profesional y rol del consultante. Se conversa los objetivos generales y sobre las diferentes actividades que se realizaran.

· Establecimiento del rapport: En nuestro trabajo cotidiano utilizamos la entrevista semidirigida como una herramienta básica de recolección de datos y como vía para el establecimiento de un buen rapport con el consultante. El logro de una relación de trabajo que implique un clima emocional relajado y distendido, donde el entrevistado pueda expresarse libremente confiando en la comprensión y pericia del profesional, es un paso fundamental e infaltable en un proceso que pretenda ser exitoso.

c. El acontecer de la primera entrevista: Intentamos relevar datos que nos permitan dar cuenta de la problemática vocacional del sujeto que nos consulta. Cada entrevistador que se sirve de ella pone en juego una dinámica, una secuencia de acción y un estilo particular, que tienen que ver con su personalidad y con la personalidad del entrevistado. Aspiramos a establecer una alianza con ellos y ponernos en su lugar demostrándoles que podemos entenderlos y trabajar juntos para llegar a efectuar la mejor elección posible.

d. El cierre: Resulta muy complicado lograr algún tipo de sistematización acerca de este momento, dado que se llevara a cado según como se haya desarrollado la entrevista.

e. La posentrevista: El profesional organiza el análisis del material obtenido durante la entrevista, prestando especial atención a las áreas verbal y pre verbal de la conducta.

Las entrevistas siguientes

· Elección de la batería: Una vez realizada la elaboración de los datos recabados durante el curso de la primera entrevista estamos en condiciones de tomar una decisión acerca del plan de trabajo que se instrumentara. Podemos continuar realizando algunas entrevistas mas o introducir la aplicación de técnicas psicométricas y proyectivas. Los resultados de las técnicas, así como las elaboraciones realizadas por el profesional acerca de lo recogido en las entrevistas, serán devueltos paulatinamente al interesado en el curso de los encuentros.

· La búsqueda de la información: Las técnicas de búsqueda de información incluyen una gran variedad de posibilidades, la concurrencia a instituciones privadas o estatales para informase acerca de los planes de estudio, entrevistas con graduados y estudiantes de las carreras preferidas a fin de investigar el campo laboral, posibilidades económicas y otros aspectos relacionados. Solo con estos datos en su poder el consultante puede tomar una decisión.

· Las entrevistas operativas: Esta procura resolver una situación en los dos sentidos que suelen tener comúnmente la palabra: en primer lugar, resolver en cuanto esto implica una solución favorable de un problema, El segundo alcance del término resolver, y que constituye el más importante dentro de la entrevista operativa, es el de “yo resuelve” “yo decido”.

La devolución

La devolución se apoya en la necesidad de este de restituir al entrevistado las partes de su personalidad y de su historia que fueron depositadas en él durante el curso diagnostico. La entrevista de devolución opera como cierre del proceso, permitiendo a las partes despedirse y concluir formalmente con la tarea. En cada entrevista el joven regresa a su casa con una visión integradora de todo lo que trabajo hasta el momento, dentro y fuera del ámbito de la consulta. De esta manera, evitamos el “suspenso” de esperar hasta la última entrevista.

Lección:

En esta lección retomamos el tema de las diferentes modalidades impartido en la lección anterior, pero el profesor lo baso específicamente en la modalidad clínica, asignándonos un caso para que le diéramos un plan que integrara todo los aspectos para la solución del mismo. Por otra parte retomo los principales principios y conceptos que hay que tomar en cuenta para este tema, y nos realizo un test para medir nuestra madurez vocacional.

En el siguiente enlace puedes encontrar un formato para realizar una entrevista vocacional en donde vienen todos los puntos a seguir para la misma.

http://www.scribd.com/doc/21548230/Entrevista-Para-Orientacion-Vocacional-Formato

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